Una de cada tres personas cree que su nivel de vida bajará

01 Sep 2022

La inflación es la rumiación constante de todos los españoles y no es para menos. La subida desorbitada de precios ha llevado a 6 de cada 10 españoles a apretarse el cinturón para llegar a fin de mes, tal y como apunta el informe de IPSOS titulado Global inflation monitor 2022.

La solicitud de minicréditos sube como la espuma dentro de un panorama marcado por la negatividad. De hecho, el 74% de los ciudadanos considera que la inflación no va a parar, lo que lleva a pensar a 1 de cada 3 personas en que su nivel de vida bajará considerablemente.

La inflación ahoga

En este marco, la población considera necesario cambiar sus hábitos de consumo para poder salir del paso. Las principales acciones son: reducir el ocio, eliminar de la cesta de la compra lo prescindible, recurrir a los ahorros y tratar de gastar lo menos posible en suministro. Aun así, a veces, la situación es insostenible.

Encajar lo mejor posible esta subida de precios es un desafío para los ciudadanos y gobiernos de todo el mundo, pero los más perjudicados son, sin duda alguna, las familias. El informe de IPSOS que así lo refleja se ha llevado a cabo en 28 países desde el 28 de mayo hasta el 10 de junio de este 2022.

Pérdida de poder adquisitivo

El 23% de la población encuestada presenta problemas económicos y el 34% asegura vivir con lo justo y necesario. Tan solo un 9% dice no presentar apuros económicos y el 32% asegura que no le va mal. En el caso concreto de España, la inflación supera el 10%, porcentaje más elevado vivido en los últimos 37 años.

Dentro de esta espiral de descontento, la población tiene miedo de seguir perdiendo poder adquisitivo. De hecho, los principales temores a nivel mundial son en un 77% de los casos, la subida de precios de todo; en un 54%, no poder comprar lo mismo que antes; y en un 52%, no poder pagar las facturas. En España:

- Al 80% le preocupa la subida de precios.

- Al 53% le asusta no poder pagar sus facturas.

- Al 50% le inquieta no hacer las mismas compras que antes.

Las expectativas no consuelan

Como no existe la más mínima señal que indique que la situación económica mejorará, las expectativas de la gente no son nada halagüeñas. Polonia y Francia son los países más pesimistas con un 86% de la población pensando que la inflación seguirá en ascenso. En España, por su parte, el 74% comparte la misma línea de pensamiento.

Lo que se espera, por este orden, son subidas de precios en alimentación, electricidad y gas, en combustible y ocio, que repercutirán directamente en la calidad de vida. Los ajustes para reducir gastos serán necesarios, tal y como se desprende del informe, para intentar mantener el nivel de vida.

Cuáles se cree que son las causas de la crisis

Las opiniones sobre qué es lo que ha llevado al planeta a estar en la situación económica en la que se encuentra son muy variadas. Un 72% de la población mundial considera que la subida de precios es resultado de la invasión de Rusia a Ucrania, ya que todo empezó a desmoronarse a raíz de la guerra.

El 70% del mundo entero opina que los gobiernos tienen mucha responsabilidad de la crisis por las políticas llevadas a cabo, así como por las secuelas de la pandemia. En el caso concreto de España, las razones son bastante parecidas a las del mundo entero y se resumen así:

- El 82% culpa a la economía global.

- El 81% cree que es por la guerra contra Ucrania.

- El 68% opina que se debe a las políticas de cada Gobierno.

- El 71% considera que es por las excesivas ganancias de las empresas.

- El 69% culpa al COVID de la inflación.

Sea cual sea el origen de la crisis, el resultado es el mismo: un país sumido en la carestía con una inflación que no da tregua, un euríbor que se dispara y un pesimismo que se asienta con fuerza entre todos los ciudadanos. Cuánto durará… está por ver.