Nunca te olvides de los gastos inesperados

10 Feb 2022

Por mucho que intentes controlar tu economía doméstica, cada mes hay gastos que se te escapan de las manos. Transporte, alimentación, suministros, gasolina, hipoteca o alquiler…. Esto lo tienes claro porque su patrón de gasto se repite mes a mes con variaciones controladas. Pero ¿qué sucede con los gastos inesperados?

Es imposible predecir los desastres económicos que dejarán tiritando tu cuenta corriente y cuya urgencia impide aplazarlos. Si no tienes dinero, ya sabes que para eso están los créditos online, pero, aun así, en este post se desglosan algunos de esos gastos que pueden irrumpir trágicamente en tu vida.

Con los gastos inesperados no hay prevención que valga, así que tener un pequeño remanente para emergencias será una opción estupenda si puedes ir reservado parte de tu sueldo para ello. La caldera falla, tu coche se avería, necesitas un fontanero urgente, tu gato devuelve y hay que ir al veterinario… ¿Preparado para abrir la cartera?

Aprende a diferenciar

No vale engañarse porque no todo son gastos inesperados. El autoengaño no ayuda a nadie, así que controla de manera anual lo que puedes para que luego no lleguen las sorpresas de última hora. Lo que es predecible no es inesperado, aunque solo suceda una vez. Algunos ejemplos de gastos que no son inesperados son:

  • Impuestos.
  • Hipoteca o renta de alquiler.
  • Comunidad de vecinos.
  • Suministros.
  • Matrículas de estudios.
  • Seguros (de salud, del coche, de la casa…).
  • Revisiones del vehículo (que no averías).

Si se sabe lo que cuesta y cuando llega el recibido, se puede planificar, así que no es un gasto inesperado, aunque sea cada año. Para una mejor logística, siempre divide entre 12 los pagos que sean anuales y vete guardándolo en el fondo de emergencia, por ejemplo, con los seguros.

Algunos ejemplos de gasto inesperado

Las opciones para pagar por cosas que no te esperas pueden ser infinitas y necesitarías 7 post como este para poder cubrirlas todas. A continuación, solo se indican algunos de los más habituales para ser tenidos en cuenta y poder controlarlos un poco mejor, aunque sea teniéndolos en mente.

1. Averías del coche. Todo un clásico

El coche parece que sabe escoger el momento en que peor te viene para averiarse. Incluso es capaz de detectar cuándo cobras la paga extra para hacerte un roto en el bolsillo… Lamentablemente, si quieres tener vehículo propio en lugar de optar por el renting, lo tendrás que pagar.

Saber el problema que tendrás es imposible porque las opciones son muchas: la correa de distribución, la tapa del cárter, la caja de la mariposa o el anillo del airbag están ahí esperando que los cambies sin piedad. Pero ¿hay algún modo de evitarlos? De evitarlos no, pero siempre puedes posponerlos no usando el coche hasta que cobres.

Sigue a rajatabla el mantenimiento de tu vehículo y no te saltes las revisiones periódicas. Esas no se consideran un gasto inesperado y te pueden librar de más de un quebradero de cabeza. Mantener siempre te saldrá menos caro que arreglar y recuerda siempre los gastos de un coche

2. Rotura de electrodomésticos. No hay dos sin tres

Si nunca has oído eso de que los electrodomésticos se rompen de 3 en 3, cruza los dedos y no seas supersticioso. Hay algunos de los que puedes prescindir una temporada: batidora, exprimidor, cafetera molona… pero hay otros que se han hecho un hueco en tu vida tan importante que los necesitas sí o sí.

Lo primero de todo, consulta con el seguro porque se tiende a pensar que hay que cosas que no las cubre y luego resulta que sí. Una llamadita de verificación no supone nada y lo mismo te ahorra un disgusto. Opta siempre por el buen mantenimiento de todas las cosas y cuando detectes problemas, anticípate a la rotura definitiva.

Por si acaso tuvieras que reemplazar ciertos electrodomésticos y necesitas saber en qué precios se mueven, puedes consultar las páginas de Worten o Media Mark, por señalar dos ejemplos, y verás que los más económicos rondan los precios que se señalan a continuación:

  1. Microondas. 40 euros
  2. Lavadora. 190 euros
  3. Nevera. 200 euros
  4. Lavavajillas. 230 euros

3. Tu mascota te necesita

En la actualidad, los animales tienen planes de salud como las personas en casi todas las clínicas veterinarias. Si tienes un cachorro en casa o un animal muy mayor, puede que te compense. En caso contrario, es una decisión muy personal que te puede librar de gastos inesperados o te puede dar un gasto más al mes si andas apurado de dinero.

Los gastos fijos de tu animal de compañía se controlan. El pienso, las vacunas y los complementos alimenticios que necesiten siempre pueden estar bajo control. Llévalo a sus revisiones periódicas siempre que corresponda y no lo pospongas por evitar un gasto: más vale prevenir que curar.

4. Viajes con los que no contabas ni quieres

Se casa tu mejor amiga en Londres y tú vives en Madrid… ¡las manos a la cabeza! Se te va de presupuesto, pero no puedes faltar al evento del año y, lo que es más importante, de su vida. Viaje, regalo, vestido, alojamiento… solo centraremos este punto en el viaje porque podría darse por casos que una boda de un amigo o familiar.

Compra los billetes en las aerolíneas más baratas y mira por separado la ida y la vuela por si puedes ahorrar algo. Algunas económicas son Ryan Air, Easy Jet o Vueling. Para alojarte, de lujos nada; mira las alternativas más económicas como un piso de Airnb que puedas compartir con más invitados.

Hay cosas que se escapan a tu control por mucho que planifiques y muy controlador del gasto que seas. Si eres capaz de ahorrar para todos los imprevistos de tu vida, enhorabuena. Si no, quizá debas recurrir a los minipréstamos de Avinto para salir lo más airoso posible de ciertas situaciones de tu vida.