El impuesto de circulación, un gasto para no olvidar

24 Mar 2022

Tener coche es más caro de lo que parece a simple vista y debes tenerlo en cuenta si te ronda en la cabeza comprarte el primero. De hecho, cada vez son más los que optan por el renting como primera opción antes de verse inmiscuido en años de letras, aunque sean llevaderas.

Entre esos gastos que implica ser propietario de un vehículo se encuentra el impuesto de circulación o, para ser más exactos, el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica (IVTM). Si este año la crisis te ha dejado tiritando y necesitas ayuda para pagarlo, recuerda que los minicréditos están ahí para este tipo de necesidades puntuales.

Todo sobre el IVTM

Este impuesto es de obligatorio cumplimiento y su sirve para certificar los coches que circulan por la vía pública tienen un titular. Sus orígenes se remontan a 1990 y sustituían al ya existente impuesto municipal sobre la circulación de vehículos, de ahí que todavía siga conociéndose como impuesto de circulación.

Los ayuntamientos son los organismos encargados de su recaudación anual y esta supone un 4,61% del total de los ingresos de las arcas municipales. Se estima que estos ingresos están por encima de los 2.000 millones de euros anuales, según apuntan desde el RACE.

Quién, cuándo y dónde

Todos los coches matriculados están obligados a pagar el impuesto, aunque sean coches de matrícula turística o con algún tipo de permiso temporal. El pago se hace al ayuntamiento, es anual y tiene un periodo voluntario comprendido entre el 1 de abril y el 30 de junio.

Desde el consistorio se encargan de enviar una carta al titular para que no se le pasen las fechas. El pago puede realizarse por teléfono, internet y en las entidades bancarias habilitadas para tal efecto. Además, puede domiciliarse para comodidad del contribuyente.

Solo se libran de esta tributación los vehículos sanitarios, los coches oficiales, el personal diplomático, los vehículos de maquinaria de inspección agrícola, las personas con movilidad reducida (discapacidad del 33% como mínimo) y el transporte público que supere las 9 plazas.

Cuánto cuesta

La cantidad depende del coche que tengas y se determina en función de los caballos fiscales. Cada ayuntamiento es libre de establecer un incremento final en la tarifa, lo que hace que en algunos municipios sea más barato que en otros. No es lo mismo el impuesto en un pueblo de Ceuta que en Madrid o Barcelona, por ejemplo.

Existe una bonificación del 75% a la hora de pagar según la incidencia del motor en el medioambiente y de la clase de combustible que se utilice. La bonificación es del 100% para los coches históricos, entendiendo por históricos a los que tengan más de 25 años. Por último, los coches matriculados en Ceuta y Melilla tienen una reducción del 50%.

En definitiva, ningún conductor con coche propio se libra de pagar este impuesto. No hacerlo a tiempo implica recargo y es posible que hasta te embarguen la cuenta corriente o hasta el coche. En el caso de los coches de segunda mano, el impuesto corresponde pagarlo a quien sea el titular a 1 de enero del año de la compraventa.