Cuando comer se convirtió en un lujo

La mitad de la población se echa las manos a la cabeza cada vez que sale del supermercado. Un nuevo informe del Observatorio de precios de la OCU deja de manifiesto cómo han subido los precios de los alimentos en el último año. Para ser exactos, un 12%, porcentaje difícil de asumir hasta recurriendo a los créditos rápidos.

Si además eres de los que no puede privarse de la carne, estás de mala suerte: la ternera ha subido tanto que comerla picada te sale un 25% más que antes; un estofado, un 24%; y un entrecot, un 16%. Todo es más caro y la subida del IVA no ayudo nada a aligerar la cesta de la compra.

Evolución de los precios

Este informe recoge cada cierto tiempo cómo evolucionan los precios de los alimentos en distintas cadenas de supermercados. Sus conclusiones advirtieron de una subida anual del 12% en 12 meses analizados. La subida del IPC (índice de precios al consumo) tampoco es que ayude mucho.

Es estudio se hace analizando 101 productos en conserva y frescos de marcas reconocidas y marcas blancas. También incluye artículos de higiene y droguería, un básico en todos los hogares. Las superficies analizadas fueron: Mercadona, Acampo, Día, Carrefour, Más, Lidl y El Corte Inglés

Comer sano cuesta más dinero

Se mire por donde se mire, comer cuesta más. Si, además, quieres comer saludable, la cosa se complica porque los productos más sanos son más caros. Mientras que la despensa y bebidas han bajado un -6 y -1% respectivamente, lo que más encarece la lista de la compra ha sido:

• Carne y la charcutería en un 12%.
• Frutas y verduras en un 4%.
• Lácteos en un 2%.
• Pescado en un 1%.
• Higiene y droguería en un 0,5%.

Puede afirmarse que la charcutería y la carne es lo que más se ha encarecido en el último año, sobre todo la ya mencionada ternera (picada, estofado, entrecot), el conejo y el pollo, antes alimentos al alcance de todos los bolsillos. Esto llama poderosamente la atención, ya que España es uno de los mayores productores de la Unión Europea.

Si quieres comer gastando poco, elige las salchichas tipo Frankfurt que han experimentado una bajada de -3%. El problema es que este alimento es alto en grasas saturadas, aditivos y conservantes, características bastante alejadas de las necesarias para llevar unos hábitos de vida saludable.

El IVA marca la diferencia

En definitiva, los precios no hacen más que subir y comer es un 36% más caro que hace 3 años. Esta situación requiere medidas urgentes como volver a bajar el IVA de los alimentos básicos y considerar “básicos” a la carne y el pescado. Ambos están con un IVA del 10% en lugar del 4%.

Una cosa está clara: hacer la compra cada vez cunde menos lo hagas donde lo hagas. Carros que hace 3 años costaban 100 euros ahora cuestan alrededor de 140 euros. Si esta acción se repite una vez a la semana, el gasto mensual de muchos hogares es desmesurado.

Lo que más cuesta asumir en esta espiral de inflación es que el poder adquisitivo se resiente porque los sueldos no suben en la misma proporción. Hacer la compra es una acción cotidiana y no debería suponer el reto que es hoy. Renuncia, búsqueda de ofertas, comparación de supermercados… todo es un quebradero de cabeza.

Alimentarse no es un lujo; es una necesidad que cada vez implica más renuncia. Una renuncia injusta sobre todo para los hogares con una renta per cápita más baja que deben priorizar las salchichas de Frankfurt antes mencionadas a la ternera o el pescado, y el aceite de girasol al aceite oliva.