Comprar una casa de segunda mano tiene sus gastos e impuestos

22 Feb 2024

Llegó la hora de plantearse comprar una vivienda y comienza el momento de hacer números. La ilusión de tu vida sería tener una casa nueva y, encima, construida a tu gusto, pero la cosa no está como para ponerse exigente. Ser propietario es más difícil de lo que parece.

Tras mirar cómo está el mercado inmobiliario en la zona donde te gustaría vivir, has llegado a la conclusión de que no puedes comprar una vivienda nueva ni haciendo uso cada mes de los créditos rápidos (recuerda que sí te sirven para esas mensualidades complicadas).

La siguiente opción es la compra de segunda mano, pero ¡ojo!, implica unos gastos e impuestos que no tiene la obra nueva. Es cierto que los precios son más bajos al de las casas recién construidas, pero hay que tener en cuenta que es una operación inmobiliaria como cualquier otra.

Impuestos de una casa de segunda mano

Tal y como informa Tinsa, la sociedad de tasación, cada comunidad autónoma tiene unos impuestos y, en función de dónde esté la casa que quieres adquirir, así serán los tuyos. El ITP (impuesto de transmisiones patrimoniales) es el más alto a la hora de comprar una casa de segunda mano.

Varía según la comunidad autónoma

No se puede dar una cifra exacta porque depende de la comunidad autónoma y de las circunstancias personales de cada comprador. Como orientación, se tiene en cuenta si se tienen menos de 30 años, es la primera casa que se compra, está en una zona rural, es una casa de VPO (protección oficial) o se es familia numerosa.

El impuesto oscila entre el 4 y el 10% del valor de la casa; es decir, si se compra una de 250.000 € rondaría entre los 10.000 y los 25.000 €. Aunque algunas comunidades tienen impuestos que ascienden según el precio de compra, lo normal es que ronde entre el 4% (País Vasco) y el 10% (Galicia, Cantabria, Cataluña y Comunidad Valenciana.

Por su parte, En Castilla La Mancha es de un 9% mientras que, en Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Castilla y León, Extremadura y Murcia se mantiene en el 8%. Un punto menos (7%) está en La Rioja y en Ceuta, Comunidad de Madrid, Melilla, Navarra y Canarias se queda en el 6%.

Gastos de una casa de segunda mano

En líneas generales, los gastos para tener en cuenta son de impuestos (actos jurídicos, transmisión patrimonial…), gastos de gestoría, registro de la propiedad y notaría. Se detallan a continuación.

Tasación

Antes de pedir una hipoteca, hay que tasar la casa. De este paso no se libra nadie porque, además, de ella depende de la cantidad concedida. El banco necesita saber cuál es el valor de la casa para financiar entre el 60 y el 80% no más. Algunos bancos ofrecen una financiación inferior al precio de compraventa y al valor de la tasación.

Los gastos de tasación los asume el comprador de la casa y suele costar entre unos 250 y 500 €. Aunque solo es obligatoria cuando se va a pedir una hipoteca, ofrece datos relevantes sobre la vivienda a nivel urbanístico y de registro. A la hora de buscar financiación, es muy importante para negociar cantidades.

Notaría

El futuro propietario necesita obligatoriamente un documento público con la escritura de compraventa donde quede claro quien es el nuevo titular. El precio dependerá del precio de la casa, la extensión de la escritura, el número de finca, el número de copias necesarias y de si hay o no avalistas, pero suele estar entre los 600-800 €.

Gestoría

Siempre que hay un crédito hipotecario de por medio, hay una gestoría. Por lo general es con la que trabaja el banco y es la que organiza toda la burocracia y gestiona la liquidación del impuesto de transmisión. Los gastos de notaría pueden rondar los 350 € tal y como señala Tinsa.

Registro de la propiedad

Una vez que ya se ha realizado la escritura ante notario, hay que inscribir la casa en el Registro de la Propiedad. El precio está regulado por ley y depende del valor de la finca, pero suele estar entre los 400 y los 650. Por poner un ejemplo, si se compra una casa de segunda mano de 250.000 €, inscribirla sería un gasto de 550 € aproximadamente.

Además de todos estos gastos que no te los quita nadie, en ciertas ocasiones, el banco cobra comisión de apertura. Si la compra se hace a través de una inmobiliaria, puede que tengas gastos asociados que no asuma el vendedor. Los gastos adicionales, al no estar establecidos, pueden ser una sorpresa para el comprador.

Por último, no hay que olvidar el impuesto de bienes inmuebles, coloquialmente conocido como el IBI. Este impuesto se reparte entre el comprador y el vendedor, y es este quien tiene que pagar la plusvalía y lo que cueste el certificado energético. Si estás buscando casa, ¡suerte!