Cómo ahorrar un 50% en la lista de la compra

27 Oct 2022

Cada vez que te toca ir al supermercado trazas un plan para intentar que la cesta de la compra no te arruine. Con el IPC más alto de lo que te gustaría no es para menos y eso de escatimar en las cosas superfluas ya no funciona ni con los minicréditos que has usado alguna vez para la compra mensual.

Hay algo que puedes hacer en lo que es probable que no hayas caído, así que lee atento este post para conocer las claves de una compra exitosa. Siguiendo estas recomendaciones podrás ahorrar hasta un 50% y sin que baje la calidad de los productos que te llevas a casa.

Ideas para una hacer la compra

Un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios ha confirmado que comprar productos cercanos a su fecha de caducidad es la solución perfecta para no arruinarse. Además, consumirlos es perfectamente seguro porque la carga microbiológica es similar a los que tienen más días para el consumo.

No hay riesgo alguno para la salud y puede suponer un ahorro de entre el 20 y el 50%, depende de la cadena en la que se compre. Esta investigación se hizo en 1.000 supermercados de 35 provincias españolas para intentar buscar la mejor salida a la asfixiante inflación.

Los supermercados más baratos

Los descuentos más altos (del 50%) están en las siguientes cadenas: Ahorramás, Cash Fresh, Supeco, La Despensa, Carrefour, Froiz, Family Cash y Mas. Es probable que alguno de ellos no te suene de nada si no es de la comunidad autónoma en la que resides, ya que no todos los hiper o supermercados operan a nivel nacional.

Con descuentos del 46% están Hiper Usera, mientras que Suma destaca con un 45% y Lupa con un 40%. La rebaja media es del 38% en Condis y Alcampo mientras que, en Caprabo, Lidl, Día, Bon Preu, Aldi, Economy Cash, Consum, Charter y Coaliment es del 30%, la más baja, pero nada despreciable para la compra del mes.

En qué productos baja el precio

Las bajadas de precios se aplican en productos frescos que cambian según la cadena que los comercialice. Por lo general son carnes, lácteos, ensaladas, hojaldre, alimentos preparados tipo pizzas, hojaldres o cremas de verduras.

Cada supermercado los puede colocar en zonas especiales o mantenerlos en el mismo lineal que sus compañeros. Eso sí, deben estar señalizados con una etiqueta que indique el porcentaje de descuento ante el que se está con un color vistoso. Así no hay lugar a duda en cuanto al precio.

Lo que no está siempre indicado y debería es la fecha de caducidad. Es importante tenerla en cuenta para no correr riesgos innecesarios porque el plazo para consumirlo es bastante corto, por lo general se disponen de 1 a 3 días.

Las ensaladas y las carnes tienen las fechas de consumo más ajustadas, de hecho, suelen caducar al día siguiente. Los platos preparados, por su parte, y los lácteos disponen de entre 2 y 3 días para ser consumidos. En esta investigación también se detectó que se vendía un 1% de productos caducados, algo con lo que se debería estar más atento.

Seguridad y ahorro

Para saber si los alimentos con descuento eran seguros, se analizaron 50 productos para ver si se podían consumir sin riesgo alguno. La higiene en platos preparados y en carnes eran buenas, muy parecidas a las que tenían la caducidad más amplia.

Bien es cierto que alguna ensalada presentaba mal estado, pero como podía detectarse desde el envase, era fácilmente descartable. Los lácteos y los postres no se examinaron porque no pasa nada si se consumen después de la fecha preferente.

Muchas veces, el hecho de no adquirir productos cuya fecha de caducidad esté cerca, solo se debe a los prejuicios del consumidor. Dado lo caro que está todo, aprovechar los descuentos de ese 20 al 50% en productos cercanos a la caducidad es un modo considerable de ahorrar sin poner en riesgo la salud.

Además, hacerlo contribuye a que no se despilfarre porque esos productos lo más probable es que acaben en la basura. El único aspecto negativo es que la variedad es limitada y muchas veces hay que improvisar el menú con la oferta de la que se disponga en ese momento.

Si el miedo que se tiene es comprar y no consumir, la opción de la congelación sigue siendo igualmente válida. Un producto cuya fecha de caducidad esté cerca, puede consumirse después si se respeta, igual que siempre, la cadena del frío.