Bola de nieve o avalancha, 2 métodos para pagar deudas

Las cargas financieras se aligeran con 2 términos bastante invernales: el método “bola de nieve” y “avalancha”, ¿has oído alguna vez hablar de ellos? Las deudas, cuanto más tiempo se dejen aparcadas es peor y, aunque a veces sea difícil liquidarlas, ignorarlas implica consecuencias más devastadoras.

Un préstamo online, por ejemplo, cuando no se devuelve en los plazos establecidos en las condiciones de contratación empieza a acumular penalizaciones y comisiones que es mejor evitar y pueden llevarte directo a Asnef. Entrar en un bucle sinfín en el que la cantidad prestada sigue aumentando hace difícil cancelar si ya se ha pasado la fecha de vencimiento.

En qué consisten los métodos

Como lo que le sirve a una persona no tiene por qué serle útil al resto, en este post se van a exponer 2 sistemas para dejar atrás las cuentas pendientes. Lo importante es que cada uno sepa qué estrategia usar, pero ponerla en práctica antes de que sea tarde para evitar esa espiral de morosidad de la que es tan difícil salir después.

Bola de nieve

Si tienen varias deudas y opta por saldar primero el préstamo más bajo, estará eligiendo, sin saberlo, el método bola de nieve. Una vez saldada la deuda más pequeña, podrá empezar a considerar la siguiente más baja y así sucesivamente hasta que no le queda nada por cancelar.

Este sistema es muy simple al principio, especialmente porque las deudas parecen desaparecer con facilidad y eso motiva. El problema que tiene puede ser que se necesita más tiempo para pagarlas todas por no a ver liquidado antes las de intereses más alto. Es decir, a largo plazo se puede perder más dinero.

Al ir dejando atrás las deudas más pequeñas, da igual el tipo de interés que tengan, parece que se avanza más y es esperanzador. Todos los meses tendrás que hacer pagos mínimos para saldar la deuda más pequeña y luego pasar a la siguiente como si de una bola de nieve se tratase.

Lo mejor para ello es hacer un listado con las deudas pendientes y clasificarlas por cantidades de menos a más. Luego, conviene controlar el gasto para asegurarse de poder cubrir los pagos mínimos. Si después de esto, te sobra dinero, inviértelo en saldar la siguiente de cuantía más baja.

Avalancha

Aquí la prioridad es pagar menos intereses y no quitarse la deuda más pequeña de encima. Con este método, se tardará más tiempo en pagar la primera deuda, pero a largo plazo se gastará menos que con la bola de nieve. Cuando ya hayas pagado la deuda de más interés, pasarás a la siguiente de interés más alto y así hasta terminar con todas.

Al igual que con el anterior método, la lista y la clasificación son el punto de partida, la única diferencia es que aquí se clasifica por interés y no por importe. El control del gasto es vital para asegurarse de que se puede pagar la cantidad estipulada para las deudas. Si sobra dinero, deberá destinarse a la siguiente deuda de mayor interés.

El mejor método dependerá de muchos factores, entre ellos tu personalidad. Si eres una persona que prefiere la optimización y el ahorro a largo plazo, la avalancha te encajará más. Si, por el contrario, te inclinas más por el progreso inmediato y tangible, serás un buen partidario de la bola de nieve.