¡Ahora toca reclamar! Cuando el verano no fue lo esperado

Un vuelo retrasado, un alojamiento que nada tiene que ver con el de las fotos, un hotel que no cumple con lo pactado, un tren que nunca llega… Los infortunios que pueden arruinarte el verano son muchos y solo son la antesala de las posteriores reclamaciones, el nuevo quebradero de cabeza del que no se conforma.
Estos contratiempos no solo afectan la agenda de un viaje, sino que además hacen que la economía familiar se tambaleé. La buena noticia es que los préstamos rápidos son la manera perfecta de rectificar las cosas que no han salido como se esperaba desde compra de nuevos billetes hasta noches extra de hotel.
Situaciones que te amargan las vacaciones
Si te decantas por la financiación externa para salvar tus vacaciones de agujero negro en el que se encuentran, no tienes por qué renunciar a tus derechos. La planificación y, mucho más, la organización, siguen sido vitales pese a que existan imprevistos que se escapan a nuestro control.
Suponiendo que todo te haya ido mal (o solo algo por no ponernos en el peor de los casos) debes conocer las herramientas administrativas y legales que te permitirán recuperar el dinero perdido o las compensaciones. Allá van los problemas más habituales del verano para que sepas cómo actuar en caso de que hayas sufrido alguno.
Exceso de billetes vendidos
La palabra overbooking, del inglés, sobreventa, da miedo a todos. Aunque creas que es muy poco probable que pase, la realidad es que las aerolíneas venden más billetes de los disponibles. Esta estrategia es para no perder dinero en el caso de algún pasajero falle, aunque el que pierde siempre seas tú.
Puede ser de dos tipos:
- Involuntario: la compañía aérea tiene la obligación de compensarte económicamente, peor no solo por el vuelo; también por los contratiempos derivados. Los gastos dependerán de la distancia del vuelo.
- Voluntario: la compañía aérea te preguntará si lo aceptas a cambio de una contraprestación. Esta puede ser la devolución del dinero pagado, otro vuelo, un cupón para otra ocasión o un asiento en clase superior. Si aceptas, no puedes reclamar nada.
Retrasos y cancelaciones
Ten una cosa clara: puedes reclamar los retrasos y las cancelaciones. De hecho, la compañía tiene la obligación de, primero, darte asistencia inmediata: comida, bebida o alojamiento. Después, debe encontrarte un vuelo alternativo o devolverte el dinero del vuelo ya pagado. Esta indemnización depende de la distancia:
- Vuelos de más de 3.500 km con 600 €.
- Vuelos entre 1.500 y 3.500 km con 400 €.
- Vuelos de menos de 1.500 km con 250 €.
La compañía área solo está exenta de las compensaciones en el caso de catástrofes naturales, algo completamente incontrolable para cualquiera. Lo que sí deben hacer es reembolsarte el billete y darte la asistencia precisa mientras dure la situación que causó la cancelación o retraso.

Problemas con el alojamiento
Si llegaste a tu destino sin problema y todo se tuerce con el alojamiento sigue leyendo. A veces pasa que al llegar al hotel o apartamento las cosas no son como te las habías imaginado o, mejor dicho, como salían en las fotos o se describía en las características. Si es tu caso, sigue estos pasos:
- No lo dejes pasar. Dilo en la recepción del hotel nada más llegar o contacta con el anfitrión si es una casa alquilada.
- Rellena una hoja de reclamaciones si las hay.
- Haz fotos de todo para dejar constancia de la situación (una imagen vale más que mil palabras).
- Presenta la reclamación en la oficina de consumo.
Ten en cuenta que la ley permite la anulación en un plazo de 14 días desde que se reservara hasta en aquellas tarifas que figuran como “no reembolsables”. Esta práctica es cada vez más habitual, incluso se ofrecen precios más bajos para captar a más viajeros que creen que nada puede hacerse.
Verano sin sobresaltos
A nadie le gusta que sus vacaciones salgan mal, así que tener un colchón económico que te permita rectificarlas a tiempo es lo ideal. Por desgracia, no todo el mundo está en esa situación de privilegio y se ayudan de créditos rápidos para no ver truncados sus días libres.
Saber los pasos que hay que dar también es importante, pero sobre todo tener claro que tienes todo el derecho a hacerlo. En resumidas cuentas, viaja informado y reclama tus derechos en cuanto veas que han sido vulnerados. Esto no solo protege tu dinero, sino que ayuda a mejorar los servicios de las empresas.
Guardar todos los justificantes
Si las cosas te van mal en verano, guarda toda la documentación que creas relevante: recibos, tarjetas de embarque, justificantes de retrasos… Por suerte, ahora es más fácil gracias a las aplicaciones y al correo electrónico, ya que el papel implicaba pérdida de documentación insustituible.
Si tu reclamas como es debido y hacen caso omiso a tus quejas, no te quedará otra que acudir a AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea). Si ni por esas consigues tu merecida compensación, quizá no te quede más remedio que acudir a la vía judicial (publicado en el BOE);no serás el primero ni el último.