La inflación obliga a gastar menos en vacaciones

02 Jun 2022

Los españoles lo tienen claro: este verano, la inflación podría arruinarles las vacaciones si no calculan el gasto con detalle. Mirar, comparar e, incluso, estudiar los viajes de la temporada estival se está convirtiendo en algo de obligado cumplimiento. De hecho, España está entre los países que más disminuirán el gasto en vacaciones para ahorrar.

Hasta pidiendo un préstamo online para no quedarse sin un merecido descanso dificulta las salidas de un 57% de la población, según el informe Ipsos sobre percepciones globales. “Ir justo” de dinero es lo que alega la mayoría a la hora de planear sus escapadas.

Reducir el número de días fuera, escoger apartamentos en lugar de hoteles o jugar con las fechas de entrada y salida en búsqueda de una reducción en el precio final son las estrategias favoritas de una población ya ahogada por los recibos de luz y gas del año más duro de la historia.

Una inflación disparada

Cuando la humanidad parecía estar recuperándose de la pandemia por Covid-19, la inflación irrumpió en la vida de los ciudadanos como una espada de Damocles. El precio de las materias primas, del combustible y de la electricidad se dispararon como resultado de un panorama internacional nada alentador.

La guerra de Ucrania tampoco ha ayudado a que el coste de la vida se estabilizara y el resultado es una crisis inflacionista que no se veía desde 1985. Como siempre, las consecuencias recaen en el consumidor que es quien pierde el poder adquisitivo. Todo sube menos los sueldos.

El 21% de la población lo pasa mal

Para saber cómo percibe la población todo este drama financiero, el instituto Ipsos ha llevado a cabo una encuesta en 11 países junto al Foro Económico Mundial. Las conclusiones indican que el pesimismo económico está haciendo mella entre los consumidores cada vez con más fuerza.

De hecho, una cuarta parte asegura que se encuentra en dificultades para gestionar su economía doméstica en la actualidad. En el caso concreto de España, el 21% dice estarlo pasando realmente mal mientras un 36% se apaña con lo justo. Tan solo un 8% afirma vivir cómodamente y un 33% asegura que no le va mal la vida.

Turismo y ocio, los más castigados

La pérdida de poder adquisitivo es el resultado de un desorbitado incremento de los precios mientras los salarios siguen siempre igual, es decir, estancados. Esto asusta a 8 de cada 10 personas en España, lo que sitúa al país entre los más preocupados del mundo.

El 61% tiene miedo de no poder seguir consumiendo los mismos productos o, incluso, de poder pagar sus facturas de luz o gas como hacía hasta ahora. Llenar el depósito de gasolina para los que se trasladan en coche también se ha convertido en una auténtica carrera de fondo.

Como los suministros son algo imprescindible, el ahorro radica en el gasto en ocio y turismo. Las vacaciones se han convertido pues en lo único donde se puede escatimar. Un 50% de la población explica que gastará menos en ocio, y un 40% asegura que lo hará en las vacaciones de este año.

Este espíritu marcado por el pesimismo convierte a España en el segundo país de los 11 estudiados en el que un alto porcentaje está dispuesto a reducir el gasto justo ahí. Le siguen de cerca Canadá, Francia y Turquía.

Poca perspectiva de mejora

Ante este panorama, la ciudadanía se mantiene con cierta negatividad. La mayor parte de los países analizados cree que la inflación irá a más durante el año que viene. Gran Bretaña es el país más pesimista y en España sí que se piensa que no todo puede ir a peor siempre.

Los ciudadanos españoles consideran que donde más subirán los costes será en alimentación con un 77% de aumento, gastos de la casa con un 73%, el gas y la luz con un 71%, la gasolina con un 69% y el ocio con un 67%.

Además de los precios, también se cree que dentro de poco subirán los impuestos y aumentará la tasa de desempleo. En cuanto a las causas de toda esta subida, hay distintas teorías:

  • El 82% cree que es por un resultado económico mundial.
  • El 78% que todo esto es consecuencia de la guerra contra Ucrania.
  • El 72% piensa que se debe a los excesivos beneficios de las empresas.
  • El 70% se lo atribuye a la pandemia.
  • El 69% opina que es por la mala gestión del gobierno.

En conclusión, la mayoría de los españoles tiene que mirar con lupa cómo administrarán sus vacaciones este año. Si resulta misión imposible, renunciar a ellas será el plan B de muchos que permanecerá en su lugar de residencia haciendo frente al calor de esta temporada.