Ahorrar en luz es difícil, pero posible
Si te hubieran dicho hace unos años que la luz sería un bien de lujo, lo habrías puesto en duda. La luz, el gas, la gasolina o, simplemente, hacer la compra cada semana o cada mes desbarajustan la economía doméstica de casi todos los hogares españoles.
Recurrir a la ayuda de padres, abuelos y, como no, a los préstamos online, es práctica habitual para llegar a fin de mes con dignidad, entendiendo con dignidad el simple hecho de poder pagar con comodidad los bienes básicos que todo ser humano necesita: suministros y alimentación.
Entre la pandemia, la subida del IPC, la guerra de Ucrania, el desabastecimiento debido a los paros de transportistas y lo que esté por venir levantar cabeza no es fácil. Pero hay luz al final del túnel y, aunque es difícil, ahorrar algo en la factura de la luz es posible si se siguen unos consejos.
Cómo ahorrar en la factura de luz
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios señalan que, en marzo, la factura media de electricidad de fue de una media de 152 euros mientras que el año anterior, de 90 euros. La necesidad obliga a cambiar ciertos hábitos de consumo para conseguir bajar esa factura al menos 44 euros mensuales. Pero ¿cuáles son los pasos indicados?
Comprar electrodomésticos eficientes
No es plan de que te pongas a cambiar los electrodomésticos de tu casa por el simple hecho de ahorrar, pero si tienes la mala suerte de necesitar sustituir alguno, fíjate en la etiqueta energética. Una nevera etiqueta G consume unos 50 euros más que una etiqueta A. ¿Compensa? Claro que sí.
Otro consejo de compra es comparar antes de comprar. Un mismo electrodoméstico cuesta distinto en según qué establecimientos, así que no te quedes con el primer presupuesto. Solo cuando hayas visto el mismo modelo en distintos sitios, lánzate a la compra porque puedes ahorrar hasta un 20%.
Mirar la factura con lupa
La OCU tiene un comparador de tarifas que puede ayudarte a saber cuál es la que mejor encaja con tu consumo y presupuesto. Si vives en una casa con una potencia de 4,6 kW y consumes al año 3.500 kW, el ahorro puede ser de 37 euros mensuales si contratas la tarifa adecuada.
Cambiar de hábitos
Un cambio en las costumbres de consumo puede costar un poco al principio, pero después serán acciones que te saldrán solas. Si eres cliente de PVPC, es decir tarifa regulada, deberías evitar siempre las horas punta, que son de 8 a 14 horas y de 18 a 22 horas en días laborables.
Es importante que desenchufes aquellos aparatos que no se usan porque ahorrarás unos 4 euros al mes. Esto se conoce como el consumo silencioso y afecta a ordenadores, cargadores, portátiles, baterías… y todo aquello que se deje encendido sin necesidad durante el día o la noche.
También es importante utilizar los programas ecológicos de los electrodomésticos. Fíjate en ellos porque seguro que tu frigorífico, lavadora y lavavajillas tienen una opción ECO que pueden bajarte un 40% el consumo. Eso a fin de mes ¡se nota! Porque las pequeñas acciones pueden ayudarte a controlar el gasto.
Contratar la potencia necesaria
Observa la factura. Si la potencia del último año es más baja de la contratada en el horario punta, pide una reducción de potencia a tu compañía. La valle mejor dejarla tal cual está porque sus variaciones son más frecuentes y no compensa estar cambiándola constantemente según la OCU.
Instalar paneles fotovoltaicos
Si vives en un chalé y sois 3 personas o más como unidad familiar, es interesante contemplar la opción de los paneles fotovoltaicos. Es caro, pero hay ayudas públicas para que se pueda amortizar la instalación y el coste en un plazo de 10 años.
Hasta que este caos energético se frene un poco, se rebajen los impuestos o se controle la intervención de los precios, lo único que puede hacer el consumidor es tratar de minimizar su gasto con pequeñas acciones. No olvides recurrir al bono social si cumples con los requisitos necesarios.