El 71% de los españoles apoya las infraestructuras

30 Nov 2023

Un nuevo informe, titulado, Global Infraestructure Index 2023, recoge cómo ve la población las infraestructuras de sus países de origen. El informe se ha llevado a cabo en 31 países, entre ellos España, donde un 47% de los entrevistados parece no tener una información clara al respecto.

El desarrollo socioeconómico está condicionado por las infraestructuras, algo de vital importancia para el crecimiento de cualquier economía y, como no, de la calidad de vida de los ciudadanos. Por eso, el instituto Ipsos ha querido publicar este análisis y dejar constancia del panorama actual.

Por otro lado, el gasto público preocupa a un 45% de los ciudadanos quien cree que es lo suficientemente elevado como para no subir los impuestos. Esto podría endeudar más a la población, que ya tiene que echar mano en numerosas ocasiones de créditos rápidos para llegar a fin de mes.

Contexto general de las infraestructuras

Un 69% de la población mundial opina que invertir en infraestructuras supone un impulso para la economía porque implica la creación de puestos de trabajo. En el caso concreto de España, este porcentaje asciende a un 71%, dos puntos por encima de la opinión internacional.

En cuanto al impacto de las infraestructuras en el cambio climático, solo el 59% de la población mundial cree que sí esta presente. En España, por su parte, el 57% de los ciudadanos entrevistados considera que la inversión en infraestructuras es positiva en la lucha contra el cambio climático.

De hecho, cuando se decide hacer una mejora, priorizar la repercusión en el medio ambiente antes que en la economía debería ser siempre la máxima para un 47% de la población. El 27%, sin embargo, piensa todo lo contrario: que la economía es más importante que la ecología y debe anteponerse a ella.

Descontento generalizado por las infraestructuras

La decepción con las infraestructuras a nivel mundial está más presente que nunca en todos los países. De hecho, un 38% global se muestra satisfecho con la calidad de las suyas, mientras que en España el número baja hasta el 32%. Este porcentaje ha subido con respecto al último estudio publicado en 2021 que era del 25%.

Por lo general, la población se queda siempre con la sensación de que no se hace lo suficiente para que las necesidades de los ciudadanos se vean cubiertas en cuanto a las infraestructuras se refiere. En España, esta idea la comparte un 49% de la población en una línea similar a los demás países de la Unión Europea.

Este pensamiento choca un poco con la pregunta de si se deberían subir los impuestos para hacer frente a todas las mejoras y solo el 30% de los españoles cree que sí. El 45%, sin embargo, considera firmemente que el gasto público ya es bastante alto como para mejorar las infraestructuras a costa de un endeudamiento público.

Valoración de las infraestructuras

La infraestructura peor considerada es la vivienda nueva, seguida de las electrolineras o puntos de carga de coches eléctricos. La logística actual relativa a la defensa de las inundaciones tampoco está muy bien vista, sobre todo después de los temporales que han abnegado tantas poblaciones. Las mejor valoradas, sin embargo, son:

- Aeropuertos (75%).

- Acantilados y suministros de agua (66%).

- Infraestructuras digitales (65%).

- Autopistas (65%).

- Red ferroviaria (56%).

En cuanto a las energías renovables, hay discrepancias sobre su importancia; de hecho, el porcentaje que las considera buenas es muy parecido al que son deficientes (con un 49% y 41% respectivamente). Algo similar sucede con las carreteras, donde un 48% opina que son buenas y el 47% dice todo lo contrario.

Dónde priorizar

La prioridad está relacionada con la consideración de una buena o mala infraestructura. La población opina que las que menos atención necesitan son los aeropuertos, carril bici y energía nuclear, mientras que las más flojas son las energías renovables, la eólica y la solar.

Le siguen en esta clasificación de atención una buena defensa de las inundaciones, los suministros de agua, el sistema de autovías y de trenes además de los puntos de carga eléctrica y la mejora de las carreteras locales.