Cómo ahorrar cuando los precios de los alimentos hacen historia
Marca blanca y congelados son los dos principios que debes de tener en cuenta antes de hacer la compra de la semana. Aunque estas dos consignas no siempre son la panacea para aligerar un poco la cesta de la compra, sí lo notarás a lo largo del tiempo. Si aún así no te funcionan, puedes recurrir a los créditos online para que no te falte de nada.
En el 2023, los precios de los alimentos se encuentran en máximo históricos, lo que está llevando, entre otros factores, a un cambio en los hábitos de consumo de la población. Desde la Organización de Consumidores han querido hacer un estudio en 9 supermercados para ver cómo respondían a la inflación.
Alimentos congelados
El pasado mes de abril fue el elegido para hace una comparativa sobre los precios de los alimentos de marca blanca para comprobar si realmente se ahorrada. La conclusión, después de analizar el precio de 20 productos de distintos supermercados, fue que sí puede salir rentable la cesta de la compra anteponiendo el congelado al fresco.
De hecho, en el caso concreto de las verduras, puede ahorrarse un 44% y en el del pollo, un 21%. Estos datos resultan bastante alentadores teniendo en cuenta que la subida del precio de los alimentos está ya en el 16,5% interanual. Eso, sí, hay que escoger la marca blanca.
De todos los supermercados examinados, los más económicos por goleada han sido: Alcampo, Mercadona y Aldi. Las más caras, con unos precios a veces privativos, son la Sirena, todo un referente en congelados y El Corte Inglés.
Verdura, pollo y pescado
Las verduras congeladas de marca blanca más económicas son los guisantes, un 92% más económicos que los que se venden en vaina. Tras ellos están las judías verdes (un 71% más baratas que las frescas), las espinacas (un 57%), el brócoli (44%), las habas (un 39%), las acelgas (un 27%), las alcachofas (un 15%) y la coliflor (6%).
Si el pollo se compra congelado y no se opta por las marcas conocidas, se puede apreciar un ahorro considerable tanto en cuartos traseros, como en muslitos como en las alitas, con un ahorro del 23%, 22% y 18% respectivamente. Si se quiere acompañar de unas patatas, hay que tener en cuenta que estas son más asequibles frescas que congeladas.
En el pescado se encuentra una gran variación de precio en función de la estacionalidad, cómo se pesque y la especie, así que un pescado fresco de temporada es acierto seguro. Aun así, los pescados congelados más económicos se encuentran en el supermercado Alcampo y son los filetes de merluza, los de atún y el bacalao.
Buena calidad nutricional
Son muchos los consumidores que tienen dudas sobre la calidad nutricional de los productos, pero no hay que temer por ello. De hecho, tienen exactamente los mismos nutrientes que los alimentos frescos, ya sea pescado, verdura o pollo. Lo único que hay que tener en cuenta es elegirlo en un buen estado.
Para ello, conviene fijarse en que no tenga escarcha por encima antes de comprarlo. Una vez en casa, debe sacarse del congelador y meterse en la nevera durante 12 horas para que vaya descongelándose poco a poco (puede colocarse en una rejilla). Respetar la cadena del frío es vital, así que una vez descongelado, nunca debe volverse a congelar.
En caso de tener dudas sobre el valor nutricional de un producto, es recomendable consultarlo en el etiquetado y fijarse en el nivel de azúcares, sal, grasas saturadas y aditivos. Esta información puede encontrarse en los ingredientes con facilidad o usar alguna aplicación con que sea suficiente escanear el código de barras.